"Lo que la música pide". Wandervogel
![]() |
György Ligeti |
"Today, when I compose – I'm talking about my piano works here, for when I write for other instruments, I don't use this method, which is specific to my own relation to the keyboard – I don't really improvise. I start from a few ideas, a few imaginings, and proceeding from their acoustical resonances I inevitably modify them. That's what I explain in the booklet:
I lay my ten fingers on the keyboard and imagine music. My fingers copy this mental image as I press the keys, but this copy is very inexact: a feedback emerges between ideas and tactile/motor execution. This feedback loop repeats itself many times, enriched by provisional sketches: a mill wheel turns between my inner ear, my fingers and the marks on the paper. The result sounds completely different from my initial conceptions: the anatomical reality of my hands and the configuration of the piano keyboard have transformed my imaginary constructs."
György Ligeti
Wandelvogel
Y bueno, si a los fideos les falta sal, les pones un poco más de sal. Los fideos piden sal, pero si te pasas quedan incomibles.
Una música para seguir su naturaleza va a pedir cierto tempo, cierta gama tímbrica, textura, armonía, etc. Una música melancólica pide cosas diferentes que una música optimista y alegre, para decirlo de un modo muy simplista. Claro que no hay términos absolutos, todo hay que considerarlo en referencia al mundo interior de cada compositor.
Pero lo cierto es que cuando se cristaliza una idea musical, ya tiene cierta independencia de su creador, que no la puede manipular sin alterar su identidad.
Lo que hace uno al componer es seguir lo que la música va pidiendo, como si fuese un ser vivo que hay que alimentar y hasta respetar en su integridad. Se pueden probar cosas que vayan en direcciones diferentes, claro, pero en ese caso se modifica la idea original, o cambia completamente, y ahí la música empieza a pedir otras cosas.
Si compones por ejemplo siguiendo una imagen visual, emocional o poética, o directamente un texto dado, vas a tratar de ser coherente con esa imagen o texto. Porque si haces algo en la música que la contradiga, no va a a quedar muy coherente, salvo que busques a propósito esa contradicción, pero el efecto va a ser diferente. Y esa contradicción en lo simbólico puede quedar integrada en un todo coherente, o no.
También dentro de una misma obra uno puede cambiar la dirección y plantear una discontinuidad respecto a una idea musical inicial. Por ejemplo oponiéndole otra idea diferente o incluso contrastante. Es el viejo principio que se ve reflejado por ejemplo en la forma sonata. Ahí los dos temas se van relacionando e integrando en el desarrollo para finalmente reexponer formando un todo heterogéneo pero coherente.
El de la forma sonata es el ejemplo más paradigmático quizás, pero cualquier música con dos o más ideas diferentes termina siendo una unidad que integra lo diverso. Son muchas veces formas que remiten a un concepto narrativo, como si estuviesen contando una historia donde cada tema, cada idea, funciona de alguna manera como un personaje, situación o estado emocional, aunque no sea traducible en palabras.
El caso de una música que parte de una sola idea va a procurar desarrollar la misma mediante procedimientos como la repetición o la variación, la combinación entre sus elementos internos, etc. La fuga, por ejemplo, aunque hay fugas con más de un tema o sujeto. Una idea repetitiva, como se da en la pasacaglia, sirve como excusa y sostén de elaboraciones diversas que remiten siempre a esa idea.
De un modo más simple, en una canción constituida por la mera repetición de estrofas, el único cambio va a ser el texto que se canta, o algún tipo de variación en la instrumentación y el acompañamiento, por ejemplo.
También puede haber diferencias o contrastes en lo simultáneo, que claro, es lo que sucede casi siempre. El acompañamiento siempre va a ser una cosa diferente de la melodía, sino dejaría de ser acompañamiento. Pero ambas cosas por lo general están en consonancia con un mismo carácter o idea general, de modo que se complementan.
Sin embargo, si uno se detiene a pensar mejor el asunto, puede arribar a conclusiones no tan obvias. Porque el acompañamiento puede significar algo diferente a lo que canta la melodía. Supongamos una melodía alegre que refleje un espíritu primaveral y bucólico, mientras el acompañamiento tiene un carácter atormentado, con una armonía inestable y oscura.
En cualquier caso, cada tipo de composición y cada obra particular va a pedir cosas diferentes, y ahí el compositor tratará de encontrar los ingredientes y los condimentos que más se adecúan a la misma. No es algo lineal, y todo lo que dije hasta aquí puede ser invalidado o relativizado de acuerdo a otros criterios o formas de entender la composición y la música misma.
Post a Comment